NOSOTROS
Inconformes del status quo
Tres amigos con perfiles muy distintos – Erika, Arquitecta con un enfoque funcional, muy comprometida con cambiar el mundo a través de cambiarse a sí misma, Irene, Interiorista con gran ojo para los detalles, con un ojo fresco para vivir la vida y sus proyectos y Alberto, Psicólogo interesado en la conexión emocional con los espacios – coincidimos un día y compartimos nuestras inquietudes. Nos dimos cuenta de que teníamos algo en común: el deseo de hacer que los espacios hablaran y se sintieran como un verdadero hogar cada vez que se abriera la puerta, no importando que fuera la vez número 100.
Comenzamos...
Todos habíamos pasado por el desafío de recibir un lugar vacío al estrenar casa. Esa frialdad inicial nos hizo pensar en cómo podríamos cambiar esa experiencia para otros. Así nació Nilah.
Desde el principio, nos propusimos trabajar de manera cercana y honesta. Cada etapa nos empujaba a ser creativos y a disfrutar del proceso, sin pretensiones. Queríamos crear espacios cómodos, funcionales y con mucha personalidad, donde las personas se sintieran conectadas desde el primer momento, desde el primer WOW.
Para nosotros, Nilah no es solo un proyecto; es una forma de aportar algo positivo y tangible. Transformar casas en hogares es algo que nos llena de orgullo, y hacerlo juntos ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado.
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